El café en la cuenca de Atitlán

Don Salvador menciona que el café se introdujo en la zona por el año 1940. Para 1960 se empezó a cultivar en San Pedro otra variedad de café:

… el café Borbón, que eso requiere mucha sombra. Por eso si ustedes ven ahora San Pedro la Laguna no tiene tanta deforestación, casi está reforestado […] porque la milpa no aceptaba sombra, hay que quitar toda para que crezca. Pero el café Borbón exigió el Chalum, el Aguacate, la Gravilea, son los tres árboles que se empezó a dar aquí en San Pedro y creció. Si ustedes pueden subir allá arriba en uno de los cerros altos allá arriba, ustedes ven San Pedro la Laguna vegetado.

Pero alrededor de 1972, eh, vino otra variedad, nosotros conocimos aquí el Pache, Caturro dice el, pequeñito la planta de café pero da bastante y los espacios de mata en mata eran muy pequeños, y exigía mucho abono y poca sombra, y la gente empezó a emplear abono químico. Inicialmente era un puñito lo que se le echaba, después fue creciendo ese puñito, después ya no fue suficiente una vez durante el invierno entonces ya fueron dos veces y algunos terminaron con tres veces de aplicación de abono durante el invierno. Yo he conversado con otros que poco a poco la tierra se fue empobreciendo. Si uno sembraba milpa, sembraba café sin abono, olvídese que crezca y que de cosecha. (Don Salvador, 2019)

En esta narración se muestra el proceso de adopción del café en las comunidades, ya que si bien no era parte de la siembra tradicional, a partir de la década de los cuarenta se comenzó la siembra extensiva en toda la cuenca del lago, pues es un ambiente propicio para el café de altura. Sin embargo, con la entrada de las diferentes variedades de café se fueron haciendo adaptaciones en los terrenos de siembra (adopción de árboles para dar sombra o tala de árboles para proporcionar mayor sol), así como en las prácticas tradicionales, dentro de las cuales es sumamente importante visualizar la adopción del abono químico en el ciclo de siembra.